Calas de ensueño, gastronomía de primera y pueblos pescadores que te abren sus puertas durante todo el año. La Costa Brava es una joya del Mediterráneo repleta de maravillas que no puedes perderte.
Este destino es uno de los preferidos para pasar unos días de sol, arena y mar. Pero también es el rincón ideal para relajarse en invierno gracias a su naturaleza, sus miles de actividades y el ambiente que te llena de buen rollo independientemente de cuando vengas.
Anímate y acércate hasta la costa catalana para pasar un fin de semana o un puente diferente y saborea todos sus encantos.
¿Quieres saber qué planes puedes hacer en la Costa Brava? Sigue leyendo 😊
Índice de contenidos
Razones para venir a vivir la Costa Brava
Si ya estás organizando tu visita a la Costa Brava, seguramente ya conoces todos sus puntos fuertes. Pero, por si casualidad, necesitas más motivos para venir hasta aquí, te explicamos por qué debería ser tu próximo destino:
- Es tierra de artistas, como Dalí
- Sus caminos de ronda
- El color turquesa de sus aguas
- La naturaleza verde que rodea sus playas
- Cuenta con 8 establecimientos con Estrella Michelin
¿Qué más se puede pedir?
Visita sus pueblos para soñar
Si hay algo que no falla en la Costa Brava son sus pueblos que enamoran. El color blanco de sus fachadas, la estampa que dejan sus barquitos anclados a lo lejos y sus miles de senderos por los que recorrer.
Los edificios modernistas de Cadaqués, el jardín botánico de Calella de Palafrugell, la Ciutadella de Roses, el casco histórico de Blanes… Cualquiera de las localidades de la costa norte de Cataluña desprenden una magia especial. Y es que l’Empordà conquista por tierra y aire, por eso son tan aclamados los paseos en globo que te muestran todo su atractivo.
¡Cuando vengas querrás quedarte a vivir aquí para siempre!
Tossa de Mar
Conoce la otra cara de la Costa Brava en el último pueblo medieval fortificado de la zona en Tossa de Mar. Aquí puedes recorrer sin rumbo sus callejuelas adoquinadas, hacer el recorrido de sus murallas y conseguir las mejores panorámicas en lo alto de su castillo.
No te pierdas el centro histórico amurallado conocido como Vila Vella, sube por sus calles empinadas, donde te encantará encontrarte con casas repletas de plantas y flores, llega hasta el barrio marinero de la Roqueta, donde reina la calma, y acércate hasta su llamativo faro para contemplar una bella puesta de sol.
Y si te quedan ganas de seguir explorando Tossa de Mar y conocer su mundo marino, lo mejor es realizar una actividad acuática como el bautismo de buceo.
¿Te ha gustado la idea?
L’Estartit
El pequeño pueblo de l’Estartit es el rincón de desconexión de muchos catalanes que ya conocen las maravillas de este lugar durante las vacaciones de verano. Aguas cristalinas, calas escondidas entre bosques y unos senderos que hacen las delicias de cualquier visitante. Ahora es momento de que tú también lo descubras.
Sigue el camino de ronda desde l’Estartit a Cala Montgó que te dejará paisajes de postal, pasea por su famosa calle Santa Ana, donde podrás hacer alguna compra o saborear su ambiente y, si quieres una experiencia para recordar, haz una excursión en moto de agua por las Illes Medes que te mostrará todo este paraíso natural.
¡Decide ya el día para venir y a disfrutar!
Sant Feliu de Guíxols
Sant Feliu de Guíxols, a tan solo una hora de Barcelona, se convertirá en tu nuevo refugio de costa donde disfrutar del mar, la montaña y la buena comida.
Si te apasiona el deporte, prueba alguna actividad como el kayak, el paddle surf o el senderismo. O si quieres algo más relajado que, a la vez, te muestre la belleza de este lugar, no hay nada mejor que escapar a Santa Cristina d’Aro para relajarte con un paseo a caballo recorriendo el Parque Natural de Les Gavarres.
¿Te lo vas a perder?
Empuriabrava
Como ya te habrás dado cuenta, la Costa Brava no está reservada únicamente al verano. Es más, es imprescindible que vengas en otras épocas del año para descubrir mejor cada rincón sin la presencia de turistas.
Conocida como la Venecia catalana, Empuriabrava es uno de esos must que no debes dejar de visitar gracias a la belleza de sus 24 km de canales navegables. Haz una ruta en bici por el Parque Natural dels Aiguamolls de l’Empordà para observar las aves y toda su naturaleza, viaja al pasado visitando las ruinas grecorromanas d’Empúries y pasea por sus playas paradisíacas.
Este enclave también es conocido por su gran viento que se aprovecha para hacer actividades como vela, windsurf o vela. Pero si te interesa probar algo nuevo, cumple tu sueño de volar en el túnel del viento donde podrás experimentar la sensación de saltar al vacío desde 4.000 metros de altura.
¿Te imaginas ya por aquí?
Castelló d’Empúries
La importancia de Castelló d’Empúries durante la Edad Medieval se refleja en los restos de su muralla, las estrechas calles y las plazas porticadas. Pero también se desprende esa esencia en los edificios históricos como la basílica de Santa María y el convento de Santa Magdalena.
Descubre sus lavaderos públicos, construidos en el siglo XIX, piérdete por las callejuelas de su antiguo barrio judío, entra en el Ecomuseu Farinera para conocer la historia de sus molinos de harina y encuentra las casas señoriales como la Casa Gran, la Casa Contreras o la Casa Capella. Para acabar de redondear el día, disfruta de una cena con Estrella Michelin para dos en el restaurante del Hotel Gastronómico Empòrium 3*.
¿Ya te has decidido?
Con toda esta batería de planes, ahora ya no tienes excusas para no acercarte hasta la costa gerundense. Adéntrate en una nueva aventura explorando cualquiera de estos pueblos de cuento y seguro que te dejan huella.
¿Por cuál vas a empezar? 😄